¿CÓMO SE DIAGNOSTICA LA EoE?
Ante una sospecha de EoE por presentar síntomas compatibles, especialmente si el paciente es joven, varón o presenta otras formas de alergia asociadas, su médico le solicitará una endoscopia. Actualmente la endoscopia con biopsias resulta imprescindible para el diagnóstico de la EoE. Esta prueba se realiza bajo sedación y no origina molestias importantes. En la endoscópica, sus médicos podrán apreciar signos en el esófago que sugieren mucho la existencia de esta enfermedad. Estos signos, si bien son bastante característicos, no permiten diagnosticar por sí solos la presencia de la enfermedad. Del mismo modo, observar un esófago de aspecto endoscópico normal, tampoco permite excluir con certeza una EoE, ya que hasta un 15% de los pacientes con EoE tiene un esófago de aspecto normal.

Endoscopia en pacientes con EOE

Por este motivo, será necesario tomar biopsias en el esófago, especialmente sobre las áreas más inflamadas vistas en la endoscopia. Como la inflamación por eosinófilos no afecta por igual a toda la superficie del órgano, se precisarán varias biopsias (generalmente 6) para tener la seguridad absoluta de que la enfermedad podrá ser detectada.

Al menos en la primera endoscopia, su médico deberá tomar biopsias también en el estómago y el duodeno, para conocer si estos órganos podrían estar también afectados por la inflamación por eosinófilos. En la EoE la inflamación está restringida exclusivamente al esófago, siendo las biopsias gástricas y duodenales normales. Si se presenta afectación en estómago o duodeno, hablaríamos de una gastritis o enterititis eosinofílica, enfermedades relacionadas con la EoE pero que se deben tratar de un modo diferente.

Las biopsias del esófago de los pacientes con EoE, examinadas por un patólogo experto, permiten identificar los eosinófilos que dan nombre a esta enfermedad, realizar su recuento (se necesita contar al menos 15 de estas células por cada campo de visión microscópica de 400 aumentos para diagnosticar la enfermedad) y además observar otros cambios en el tejido producidos por los propios eosinófilos al actuar como células inflamatorias.