¿Qué es la enfermedad celíaca?

La enfermedad celíaca es una enfermedad primariamente digestiva, pero que produce afectación general o sistémica, de carácter inmunológico, que interfiere en la absorción de los nutrientes contenidos en los alimentos. La enfermedad celiaca está provocada por la ingestión de gluten en individuos genéticamente predispuestos. 

Aproximadamente 1 de cada 100 personas tiene enfermedad celíaca, lo que la convierte en una de las enfermedades más comunes en la edad pediátrica, pero también en individuos adultos.

Las personas diagnosticadas de enfermedad celíaca son intolerantes al gluten de manera permanente y absoluta. El gluten es una proteína que se encuentra en algunos cereales, mayoritariamente en el trigo, el centeno y la cebada. Aunque la creencia común es que el gluten se encuentra solo en los alimentos, la proteína se usa en muchos productos cotidianos, incluidos medicamentos, vitaminas y productos cosméticos como lociones, champús, pintauñas y lápices labiales.

¿Es la enfermedad celíaca una alergia alimentaria?

Aunque la enfermedad celíaca y las alergias alimentarias se refieren a la intolerancia del cuerpo a ciertas sustancias, existen algunas diferencias importantes entre ambas:

  • Las alergias alimentarias son el resultado de un tipo diferente de proceso inmunitario. 
  • A diferencia de la enfermedad celíaca, la exposición a ciertos alimentos en pacientes con alergia alimentaria puede causar problemas respiratorios u otras reacciones repentinas que pongan en peligro la vida del paciente.
  • Los niños pueden superar ciertas alergias alimentarias desde la infancia, mientras que la enfermedad celíaca es una afección de por vida.

Por todo ello, la enfermedad celíaca no puede considerarse una forma de alergia alimentaria.

¿Qué es el gluten?

Es una proteína presente de manera natural en algunos cereales y en los derivados de estos. Ciertos alimentos procesados, también pueden contener gluten debido a que la industria lo ha añadido mediante el proceso de elaboración. En concreto, el gluten se encuentra en el trigo, el centeno y la cebada, así como las especies de cereales como la espelta, el kamut o la escanda (que son variedades de trigo antiguas), híbridos de las anteriores, como el triticale (cruzamiento de trigo con centeno) y el tritordeum (híbrido de trigo con cebada). Además, en algunos lugares los cereales con gluten pueden contaminar algunos otro sin gluten, como en el caso de la avena. Si bien este cereal, no contiene gluten de manera natural, con frecuencia está mezclada con gluten y su médico le puede recomendar evitarla.  Lógicamente, todos los alimentos elaborados a partir de cereales con gluten contienen gluten, al igual que aquellos que lo precisan para su elaboración). 

Igualmente, y debido a contaminación cruzada, el gluten puede encontrarse también en alimentos que hayan entrado en contacto con otros alimentos que contengan gluten o al entrar en contacto con una superficie contaminada con gluten.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas de la enfermedad celíaca son muy variables, y podemos encontrar desde pacientes asintomáticos a pacientes con síntomas clásicos graves. En los niños los síntomas gastrointestinales son los más frecuente, e incluyen diarrea, vómitos, distensión abdominal. También pueden provocar síntomas extraintestinales (que con frecuencia son los predominantes en adolescentes y adultos), como anemia por falta de hierro, problemas en la piel, alteración de los parámetros analíticos del hígado, problemas óseos, defectos dentales, o cansancio, entre otros.

¿Cómo se diagnostica la enfermedad celíaca? 

El diagnóstico se tiene que realizar siempre tras valoración médica minuciosa por parte de un especialista en gastroenterología. 

Se utilizan dos tipos de pruebas para diagnosticar la enfermedad celíaca:

  1. El primero es un análisis de sangre para medir la presencia de anticuerpos específicos (inmunoglobulinas). Una persona con enfermedad celíaca tendrá niveles más altos de lo normal de estos anticuerpos en la sangre. Los anticuerpos son proteínas producidas por el sistema inmunológico en respuesta a sustancias que el cuerpo percibe como extrañas o amenazantes. Para las personas con enfermedad celíaca, la proteína del gluten es la sustancia extraña que provocará la producción de anticuerpos.

Para detectar la enfermedad celíaca mediante un análisis de sangre, se medirán generalmente los niveles de:

  • Inmunoglobulina A (IgA)
  • Anticuerpos antitransglutaminasa tisular de tipo IgA (anti-tTG IgA)
  • Anticuerpos antiendomisio IgG (EMA IgG) en caso de existir un déficit de IgA (caso relativamente frecuente entre los celíacos)

Las pruebas de detección de anticuerpos en sangre son muy útiles, pero pueden producirse resultados falsos positivos y falsos negativos. 

  1. Si una persona tiene una prueba de detección de anticuerpos en sangre dudosa, o sus niveles no son demasiado elevados, lo más probable es que le recomienden ampliar estudio con una endoscopia para realizar biopsias en el intestino delgado. El estudio de las biopsias del intestino delgado proporciona generalmente la confirmación del diagnóstico. Este procedimiento es seguro, común y rápido, y siempre debe ser realizado por un gastroenterólogoexperimentado.

La endoscopia con biopsias se realiza en todos los pacientes con sedación, de manera que éstos no sentirán ni recordarán el procedimiento. El endoscopio es un tubo delgado y flexible con un sistema de cámara incorporado que le permite al médico ver el interior del tubo digestivo. El endoscopio se desliza sobre la lengua, baja por el esófago y llega al estómago y luego al intestino delgado. Con el endoscopio, se extraen pequeñas biopsias milimétricas del duodeno para confirmar o descartar el diagnóstico de enfermedad celiaca. 

En ocasiones es necesaria la realización de una prueba genética para apoyar el diagnóstico de la enfermedad celíaca, o para el estudio de posibles casos familiares. Esta prueba determinará la presencia de dos genes, HLA-DQ2 y DQ8, que están presentes en la práctica totalidad de las personas con enfermedad celíaca. En caso de no encontrar la presencia de estos genes, se podrá excluir con certeza la presencia de una enfermedad celiaca. Sin embargo, la prueba genética no proporciona una respuesta definitiva sobre si una persona tiene la enfermedad celíaca:  Alrededor del 30-40% de la población son portadores de un HLA DQ2 o DQ8, pero únicamente el 1% de la población desarrollará la enfermedad. Una prueba negativa hace que sea muy poco probable que una persona tenga la enfermedad celíaca, pero un resultado positivo únicamente indica que se deben realizar más pruebas si existe sospecha de esta enfermedad. 

Hasta disponer de un diagnóstico definitivo de enfermedad celiaca, es muy importante mantener el gluten en la alimentación y no retirar de la dieta los alimentos que lo contienen sin prescripción médica. Si una persona deja de comer alimentos con gluten antes de hacer el diagnóstico, el cuerpo dejará de producir los anticuerpos asociados con la lesión por gluten y las biopsias del duodeno ser normalizarán, de manera que los resultados de los análisis de sangre o de la endoscopia con biopsias podrían no mostrar alteraciones.

¿Cuál es el tratamiento?

El único tratamiento disponible para la enfermedad celíaca es hacer una dieta sin gluten de manera estricta y permanente durante toda la vida. Algunos pacientes con enfermedad celíaca pueden mejorar sus síntomas tan solo dos semanas después de comenzar una dieta sin gluten. 

Al principio, la dieta sin gluten puede ser difícil porque el gluten se usa como un ingrediente «oculto» en muchos alimentos procesados. Las leyes de etiquetado recientes han facilitado la lectura de las etiquetas de los alimentos que contienen trigo. Sin embargo, los alimentos que contienen malta o cebada y sus derivados no están cubiertos por esas leyes, por lo que es muy importante leer detenidamente las etiquetas de los alimentos para evitar el gluten.

El incumplimiento de la dieta sin gluten puede comportar a corto plazo persistencia de los síntomas y trastornos importantes y no deseables a largo plazo. Incluso aunque no existiendo síntomas aparentes, la persistencia de la reacción inmunológica frente al gluten podría generar otras manifestaciones, como problemas neurológicos, psiquiátricos, reproductivos, óseos y musculares, entre otros. Así pues, deberemos eliminar aquellos alimentos que contengan o sean susceptibles de contener gluten y evitar la contaminación cruzada llevando a cabo medidas higiénicas adecuadas.

¿Cuáles son los alimentos permitidos?

Los alimentos que por naturaleza están libres de gluten son las frutas, verduras, hortalizas, tubérculos (patata, yuca, boniato), legumbres, carnes, pescados, huevos, leche, frutos secos, semillas y aceites. Estos alimentos se podrán consumir sin necesidad de que tengan una mención especial “sin gluten”. 

En el caso de los cereales debemos diferenciar entre aquellos que contienen gluten y aquellos que son libres de gluten por naturaleza. Dentro de los cereales sin gluten encontramos: arroz, maíz, quinoa, mijo, amaranto, trigo sarraceno (que realmente no es una variedad de trigo, aunque tenga este nombre) y sorgo. 

¿Cuáles son los alimentos a evitar?

Principalmente cereales con gluten: trigo, centeno, cebada, espelta, kamut, triticale, tritordeum y avena.

Otros productos susceptibles de contener gluten: 

  • Medicamentos: complementos alimenticios, complementos de vitaminas y minerales, preparados de herboristería
  • Cosméticos: pintalabios, pasta de dientes, maquillaje, laca de uñas, crema de manos o corporal, etc.  
  • Material escolar: como lápices, ceras, tizas, pinturas faciales, plastilina, etc.

Recomendaciones generales

  • Tener espacios reservados en la cocina para los productos sin gluten: armarios, nevera y congelador, y almacenarlos separados completamente de los que contienen gluten.
  • Cuando se cocine, trabajar primero los platos sin gluten y después los otros. Limpiar siempre el espacio de trabajo.
  • Asegurar una limpieza adecuada de utensilios de cocina, tostadoras y freidoras. Un aceite en el que se han frito alimentos con gluten (como rebozados o croquetas) ya quedará contaminado y no podrá emplearse para freír alimentos aptos para un celiaco (como patatas fritas).
  • Leer detenidamente las etiquetas de los alimentos manufacturados y verificar la presencia del símbolo “sin gluten” en aquellos productos en los que sea necesario. 
  • No comprar productos a granel. 
  • Cuando se decida comer fuera de casa asegurarse de que el establecimiento conoce las medidas higiénicas para evitar contaminación cruzada, y que las lleva a cabo desde la elaboración hasta el servicio del plato. 
  • Informar a su médico y/o farmacéutico sobre su condición y leer los prospectos de los fármacos recetados previamente.

¿Dónde puedo obtener ayuda?

Existen varias Asociaciones de pacientes celíacos, en varias localidades o comunidades autónomas, que pueden informarle y proporcionar apoyo a los pacientes ofreciendo información práctica, formación y asesoramiento, así con una amplia oferta de actividades y servicios. 

Le invitamos a visitar la página web de la Asociación de Celiacos y Alérgicos al gluten de la comarca de Tomelloso, en: 

https://www.facebook.com/juntadirectivaceliacos/